Este protocolo, que regula las medidas que las compañías de cruceros deben aplicar para operar en puertos españoles, relaja las medidas vigentes presentando como principales cambios que al embarque en puerto español, se aceptará un certificado negativo de test de antígenos realizado el mismo día o hasta 24 horas, con independencia de que los pasajeros estén vacunados, no vacunados o hayan pasado la enfermedad. En el caso de no presentar este certificado de test negativo, será obligatorio hacerse el test en la terminal antes de embarcar.
Los contactos cercanos de un pasajero que resultara positivo en un control a bordo, no necesitan ser desembarcados y no necesitan estar en cuarentena, aunque deberán extremar las precauciones y reducir al máximo las interacciones sociales mediante el uso constante de mascarilla y una adecuada higiene de manos. Deben evitar especialmente el contacto con personas vulnerables.
Por su parte las compañías navieras pueden establecer sus propios protocolos ya que muchas compañías sostienen la obligatoriedad del certificado de vacunación para todos los pasajeros y del uso de mascarillas a bordo.
Tal y como se ha acordado entre Puertos del Estado y el Ministerio de Sanidad, esta nueva versión será sujeta a revisión en cuanto entre en vigor en España la nueva estrategia de vigilancia y control de la COVID-19. Por lo tanto, se espera que esta versión sea de corta duración y que pronto sea reemplazada por la nueva normativa.
