El Puerto de Vigo ha vivido un momento importante para el tráfico de cruceros en Galicia y, probablemente, uno de los días de referencia en el sector de cruceros en general, puesto que supone, en esta temporada de reanudación, el regreso a la actividad internacional de la compañía P&O Cruises, gran referente del turismo británico de cruceros.
Todo ello se debe a la primera escala en España de su nuevo buque insignia, el IONA, que coincidió, además, en escala doble, con la visita, también por primera vez en Vigo, del crucero MARELLA EXPLORER 2.
Estos dos cruceros supondrían, en condiciones normales, la llegada a Vigo de más de 7.000 pasajeros y 2.600 tripulantes, si bien estas cifras no podrán alcanzarse hoy, dados los estrictos protocolos de seguridad para la prevención del COVID que las compañías de cruceros están aplicando y que no permiten superar el 70% de la ocupación máxima. De hecho, según las informaciones suministradas por las compañías navieras, el Puerto de Vigo recibirá a cerca de 4.000 pasajeros -en su mayoría británicos- y más de 2.200 tripulantes, entre ambos buques.
Entre ambos barcos suman la friolera de 590 metros de eslora, lo que equivaldría a unos 5 campos de fútbol.
Para dar la bienvenida a estos dos gigantes del mar, el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Jesús Vázquez Almuiña, participó esta mañana -junto a autoridades civiles y militares- en el tradicional intercambio de metopas y, ya por la tarde, ofrecerá a estos visitantes una muestra de la música y baile tradicionales de Galicia antes de partir, así como el acompañamiento de los remolcadores a la salida de los barcos, con sus chorros de agua contra incendios, que alcanzan una vistosa altura.
Durante el acto celebrado a pie de muelle -debido a las exigentes restricciones a las que se están viendo sometidos como consecuencia de la pandemia- ambos capitanes destacaron la seguridad que ofrece el Puerto de Vigo para la navegación y escala de este tipo de buques.
Por su parte, el máximo responsable portuario se mostró “muy satisfecho” tras la recuperación de “la única actividad que estuvo paralizada durante la pandemia” en el Puerto de Vigo y subrayó la importancia de ambas escalas “para la economía gallega” por el “prestigio” que suponen recibir a estos colosos del mar, uno de los cuales -en referencia al IONA- es uno de los buques de crucero más grandes del mundo.
Asimismo, Vázquez Almuiña se mostró optimista en “recuperar el ritmo normal” de este tipo de escalas y esperó que el 2022 “sea el año definitivo” para el tráfico de cruceros que llegan al Puerto olívico, recuperando los niveles prepandemia. En este mismo contexto, la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, explicó que las escalas previstas para el próximo año en nuestra Comunidad, suponen “una oportunidad para seguir posicionando Galicia como destino”.
De hecho, según avanzó, alrededor de 1.200 pasajeros han optado por hacer algún tipo de excursión hoy a distintas localizaciones de la Comunidad gallega, con la importancia que esto supone de cara a la “recuperación de la actividad económica y turística” de Galicia.
Durante su estancia en Vigo, el IONA y el MARELLA EXPLORER 2 no estaban solos. A unas millas de distancia del Muelle de Trasatlánticos, la Ría de Vigo dio la bienvenida a primera hora de la mañana al yate AL LUSAIL, de 123 metros de eslora y propiedad del emir de Qatar, que permaneció fondeado frente al archipiélago de las Islas Cíes en parada técnica.
Vigo forma parte del itinerario de 12 días “Sailway to Spain”, con origen en Newcastle (Reino Unido) y con destino final Málaga, que incluye escalas en otros puertos españoles como Bilbao, Almería y Cartagena.