Las fronteras de EE. UU. se abrirán en noviembre para los ciudadanos totalmente vacunados de la Unión Europea y Reino Unido tras 18 meses de cierre total.
La Casa Blanca ha confirmado el acuerdo tras varias semanas de negociaciones en las que la Unión Europea presionaba por alcanzar un acuerdo justo, ya que los ciudadanos norteamericanos si pueden viajar a Europa pese a que la tasa de vacunación en su pais solo alcanza el 55%, mientras que, por ejemplo, en España, se situa en el 76%.
Todos los extranjeros que viajen a Estados Unidos deberán mostrar un comprobante de vacunación antes de subir al avión y una prueba negativa realizada dentro de los tres días previos al vuelo, dijo el coordinador de COVID-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients, quien anunció la nueva política.
El gobierno de presidente Joe Biden también endurecerá las reglas para los estadounidenses que no se han vacunado, ya que deberán examinarse un día antes de salir de Estados Unidos, y lo mismo al regresar.
No se requerirá que los pasajeros completamente vacunados se pongan en cuarentena, dijo Zeints.
De momento, la Casa Blanca no ha aclarado si aceptará todas las vacunas o las tres que se administran en EE.UU., que son Pfizer, Moderna y Janssen. En los próximos días, los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades, dependientes del gobierno federal, anunciarán una decisión.