Hablemos de atardeceres y grandes sensaciones. Hablemos de vacaciones en tiempos de viajes prohibidos.
Texto: Virginia López Valiente
Fotos: David Kurtz & Virginia López Valiente
Dicen que las emociones son indescriptibles pero llevo ya más de un año queriendo describir y finalmente describiendo, cada una de las emociones que he sentido al volver a viajar en crucero. Puede que la sensación de seguridad no parezca aliciente suficiente para plantearse este tipo de viaje pero si a la seguridad le sumamos calidad, elegancia, relax, servicio, confort y libertad, hay que valorarlo muy seriamente.
Primero mis sensaciones, el barco lo describiremos después.
Tarde noche en Mykonos, sentados en el Sunset Bar en la cubierta del Rooftop Garden con un cóctel de esos que refrescan sin ser dulzones. El barco anclado y nosotros viendo las casitas blancas en la distancia, primero con el sol de la tarde y poco a poco la luz del atardecer abrazando el momento, de abajo arriba, permitiéndote ver todos los brillos y matices de este ocaso heleno tan famoso. Selfies, fotos, rumores, brindis, paz. Y se hizo la noche, suave, con brisa y el horizonte enciende sus luces. ¡Cómo no te vas a quedar con este recuerdo del verano 2021!
Este barco puede acoger 2900 pasajeros y en estas salidas de julio apenas pasas de los 500 o 600 a bordo. Si el espacio por persona es un parámetro que determina la categoría de un crucero, echen sus cálculos. Es de nuevo una sensación amable, la de poca gente pero con un gran ambiente. Nunca vi los restaurantes vacíos, siempre hubo un buen clima nocturno en el Martini Bar, con música en directo y la coctelería fluyendo.
Lo menciono porque no es algo a ignorar. Cuantas veces he escuchado aquello de que en los barcos “Premium” o de lujo te aburres por las noches. Paz y relax si, aburrimiento nunca.
Hace poco escribí en la revista lo mucho que me emocionó asistir al estreno de los espectáculos y percibir la emoción que sintieron los artistas por poder al fin presentar el show, cada noche, con poco público pero presentando al fin.
Volviendo a las sensaciones, yo este barco lo había visto en los astilleros pocas semanas antes de la que iba a ser su gran inauguración y ya sabía que una de mis zonas favoritas era El Eden. Pues bien, cenar allí, viendo la cocina y las elaboraciones o la estela que deja el barco a través de las cristaleras gigantes y degustar ese menú que incluye especialidades de diferentes países incluidos unos muy españoles carabineros, es una de “esas experiencias”, pero su ceviche es de hacerte saltar las lágrimas.
Todo me parece que acompaña. Lo fácil que resulta hacerte este crucero, ahora que la burocracia y las restricciones dan miedo.
Es un crucero para vacunados y eso es lo único que necesitas, el certificado de vacunación. Vuelo directo ida y vuelta con Atenas y escalas en las que pueden bajar por tu cuenta sin necesidad de contratar excursiones. En Grecia no hay que llevar la mascarilla en los espacios exteriores, solo en interiores, exactamente igual que en el barco.
Un test rápido hecho por la compañía antes de embarcar y otro el día antes del desembarque y todo lo demás es sentido común y disfrute.
Este itinerario es otra de las cosas que no puedes perderte este año porque la oportunidad de pasear por un Santorini o Mykonos con poca gente, no creo o espero, que se vuelva a dar en un futuro próximo. La verdad es que a esto hay que sumarle un trayecto agradable en tender semivacío que también resulta novedoso.
A los tender se accede por la plataforma Magic Carpet y de verdad que es muy útil, muy bien pensado, pero desde luego la disfruté mucho más cenando y volviendo a disfrutar de la puesta de sol y de la impresionante bodega (si, el vino es un accesorio casi imprescindible) de vinos de todas las nacionalidades.
Si me permiten ponerles los dientes un poco más largos, yo viajé en suite y por lo tanto con servicio de mayordomo y acceso al Retreat, salón privado, piscina privada, restaurante exclusivo, no digo más.
Celebrity tiene una propuesta muy seria y creo muy sinceramente que es una compañía con grandes posibilidades de crecimiento en nuestro mercado. Aún hay tiempo para descubrir por qué, este verano. Las ocasiones las pintan…..
