El programa OceaniaNEXT está inyectando 100 millones de dólares para mejorar el diseño y prestaciones de los seis buques de una flota que se ha convertido en la favorita de muchos cruceristas por su tamaño reducido o medio, su lujo contemporáneo, sus precios contenidos y, sobre todo, una gastronomía ganadora.
Reportaje perteneciente a la revista CruisesNews nº50 – Septiembre 2019
La naviera quiere ser todavía mejor, mientras espera la entrega de dos nuevos buques de 67.000 toneladas previstos para el 2022 y 2025. De momento ha vestido de Ralph Laurent las mejores suites del Riviera y ha renovado el Insignia y Sirena, con el Regatta también casi a punto.
Parece que era ayer cuando Oceania Cruises, la aventura de Frank del Rio, Bob Binder y Joe Watters, se abría paso ya en pleno siglo XXI con el propósito de demostrar que no todo estaba inventado en el sector de los cruceros de alto standing. Ofrecían un estilo nuevo, que utilizaba la etiqueta de lujo pero que no postulaba con todas las reglas del juego de esa gama hasta el momento. A caballo entre el elitismo y el upper Premium, a Oceania la definía un servicio íntimo y de excelencia, una gastronomía que superaba a la gran mayoría de la competencia, buques comprados y renovados (con toda la carga emocional de los célebress R1 y R2, a los que se sumarían dos hermanos más) para apenas 684 viajeros y un nuevo estilo de diseño más contemporáneo que otras navieras elitistas. Un mix que funcionó, se fue mejorando y ahora alcanza un nuevo hito con el programa renovador NEXT, anunciado hace un año y que ya está dando sus frutos –esplendorosamente- en la mitad de su flota.
Los cruceristas españoles están pudiendo descubrir esta temporada las mejoras que ha conllevado el plan de renovación, que cuenta con 100 millones de dólares, y supone un nuevo estímulo para esta naviera creada en el 2002 y que desde el 2014 forma parte del grupo Norwegian Cruise Line Holdings. Y es que el Sirena, que junto con el Insignia ya han pasado por quirófano y reaparecido en los mares con nuevas y acertadas prestaciones, recorre este verano y otoño a fondo el Mediterráneo, junto con el Riviera, que también luce novedades.
En el Riviera, y muy pronto en el Marina, además de mejorar camarotes y transformar las mejores suites, se ha dado más protagonismo a su popular Baristas, para amantes del café.
El primero de la clase Regatta (30.277 toneladas y 342 camarotes) en someterse a algo más que un ‘lifting’ fue el Insignia, renovado desde finales del 2018. Luego, en junio, ha reaparecido el Sirena, que ha llevado aún más lejos las mejoras efectuadas en su buque hermano. El propio presidente y CEO de la compañía, Bob Binder, ya explicó que la “re-inspiración” que están viviendo sus barcos se basa en cambios constantes para mejorar la experiencia del huésped. Tal vez, pues agreguen alguna sorpresa más las actualizciones que podrán verse en otoño en el Regatta, y en junio del 2020 en el Nautica.
Mejoras a medida
Estos cuatro buques, con más solera y construidos a finales de los 90, se rejuvenecen integralmente, tanto en sus espacios comunes como en los camarotes. Por el contrario, en las joyas de la corona, Marina y Riviera (1.250 pasajeros y 66.000 toneladas, de los años 2011 y 2012), las intervenciones son de menor alcance, aunque notable relumbrón, ya que dan un must a estos dos carismáticos cruceros, que ya eran de los más bonitos que surcan los océanos.
El Riviera mostró su mejorado estilo en una reciente escala en Barcelona, mientras que su gemelo estará listo en mayo del 2020. Acaso lo más llamativo del primer estreno sean las incorporaciones que han hecho a sus supersuites Owner’s, de 200 metros cuadrados. Al confort y la clase que las caracterizan, se ha agregado ahora un interiorismo 10 firmado por Ralph Lauren, que en mayo del próximo año también lucirá el Marina. Vestidas para navegar, las nuevas suites no solo exhiben texturas y tejidos exclusivos, sino la armonía que uno espera en Oceania, donde el lujo nunca es ostentoso sino equilibrado, y la paleta de colores sintoniza con el mar.
Para empezar, se accede a través de un nuevo vestíbulo con suelo de piedra caliza, paneles de madera y barra de caoba y cuarcita, los tejidos de Ralph Lauren Home Collection lo inundan todo a partir de ese momento, en tonos azul marino, blanco y crema, mientras las ventanas enmarcan las vistas vestidas del llamado Grimaldi-weave, mientras un piano (automáticoc) pone banda sonora al momento.
Nada está de más en esa escenografía de suite, con mesa de comedor Mayfair y lámpara de araña, sillas tapizadas, detalles en níquel, y rematadas por terrazas con piezas de la colección de la marca. Por no hablar de su cama King size Cote d’Azure. En Oceania, ha sido el diseñador Trevor R. Howells, quien ha configurado el nuevo estilismo, con una respuesta contundente de sus clientes adeptos: las reservas y la expectación han sido proporcionales. Los viajeros top suelen copar estas plazas en cuanto se comercializan.
El Sirena surca el Mediterráneo esta temporada exhibiendo con brío cómo los míticos Renaissance se convierten en cruceros lujosos y modernos.
Pero no son las únicas mejoras del Riviera, uno de los barcos favoritos de los cruceristas con currículo, tras pasar por el dique seco en Marsella. En los 200 camarotes Concierge, los 244 Veranda y las 124 Penthouses se han renovado telas y alfombras en tonos caramelo, espresso y marfil, manteniendo sus cabeceras tapizadas y paneles de nogal y wengué. Y la reinspiración ha llegado también a algunos puntos neurálgicos de las zonas comunes. ¿Quién ha viajado con la naviera y no ha disfrutado un excelente café en su Baristas Lounge? Pues ahora este rincón privilegiado luce en gris plateado y verde marino, con toques en oro y mármoles blancos, más la guinda para los muy cafeteros al fondo: una máquina de café espresso Victoria Arduio, que aseguran que viene a ser como el Rolls Royce de los cafés. Desde su privilegiada ubicación en el puente 14 y con un saloncito con vistas a la piscina y el horizonte, ofrece nuevas razones para ejercer el ritual de un buen café italiano. Ver al barista, valga la redundancia, en acción, es un pequeño espectáculo que también merece la pena.
En general, las mejoras en el Riviera lo mantendrán en plena forma en el competitivo segmento. Es un buque bien cuidado, que a sus ochos años de vida no ha perdido atractivo en sus espacios comunes, de la elegante escalinata central a su multioferta gastronómica. Sus restaurantes siguen siendo muy aplaudidos por sus huéspedes, de los sofisticados maridajes de La Reserve, a la innovadora fusión asiática que implantaron en Red Ginger, la parrilla de carnes de Polo Grill, The Bistro, la conexión italiana desde La Toscana, el personalísimo Jacques (hijo pródigo de su chef asesor Jacques Pepin), el Terrace Café o el Waves Grill para disfrutar a la fresca… sin olvidar el Grand Dining Room o restaurante principal, con el ambiente de los grandes cruceros clásicos pero una cocina 10. Todos ellos se someten a un solvente programa de mantenimiento que es de agradecer entre el usuario más fiel.
Las mejoras implantadas en la flota no solo abarcan la estética y la funcionalidad, también se ha potenciado su premiada cocina, con nuevos menús.
Este abanico culinario es el que distingue sobre todo a estos hermanos mayores de los cuatro de la serie Regatta. No obstante, la naviera aún ha puesto más ímpetu en la reforma de estos, al tratarse de barcos con más solera y muchos fans de su menor tamaño. Aquí las intervenciones han sido integrales, se puede decir que el Sirena dispone de camarotes nuevos y de espacios comunes transformados. Empezando por su escalinata, con rutilantes barandillas con cristal y una gran lámpara de araña, y pasando por el comedor principal, ahora más luminoso y con toques modernos como sus sillas de cuero y bronce. Los encargados de la renovación, el Studio DADO de Miami, están especializados en interiorismos de residencias de alto nivel, donde no falta un detalle, como se ha constatado ahora en su propuesta para alta mar.
Entre el cielo y el mar
En el caso de los camarotes, además del nuevo mobiliario a medida y una gama cromática que va de los tonos del cielo a los del mar, con grises, zafiro y verdes plata muy cálidos y elementos de diseño y madera natural, merece la pena hablar de los baños. Los barcos remodelados incorporan cabinas de vidrio y tocadores más sofisticados. En el caso de las suites y clase Vista, destacan el mármol de Carrara y el granito pulido, así como un upgrade en los albornoces y amenities.
El viajero que quiera disfrutar de su cabina encuentra por fin, el estilo de la mítica clase R (antes Renaissance), con los toques de vanguardia tecnológica exigibles hoy en día. Por ejemplo, puertos USB, televisión con películas (de pago), e información más interactiva sobre su viaje y todo lo que le ofrece su crucero. En este caso, además, la reforma ha sido más integral que para su predecesor, con nuevas puertas, grandes espejos y enchufes extra en todos los camarotes, así como nueva iluminación en espacios comunes.
En conjunto, la revolución que vive Oceania Cruises para la familia Regatta se puede traducir en cifras de impacto para una naviera de alta gama: un total de 1.368 nuevas suites y camarotes, 1.400 nuevos baños de mármol, 8.000 nuevos elementos de iluminación, 12.000 nuevos sofás y sillas y más de 1.000 piezas artesanas.
Más allá de los evidentes cambios, la marca enfatiza algunos de sus sellos de identidad con nuevos elementos. Por ejemplo, mejorando aún más sus propuestas culinarias con nuevos menús, y enriqueciendo la experiencia artística que les caracteriza. Binder asegura que el arte estará aún más presente en estos barcos, empezando por obras del propio Pepin (que a su vocación de chef suma la de pintor) y siguiendo por reputados artistas cuyos lienzos y esculturas darán carácter a los barcos.
La naviera, que ha invertido 100 millones de euros en actualizar toda la flota, incorporará dos nuevas naves de 67.000 tm antes del año 2025.
El director de desarrollo de negocio en España, África y Oriente Medio, Roberto Cabello, apunta que el cliente español sucumbe rápidamente a la oferta de esta compañía, que aún tiene mucho camino por recorrer en nuestro país y que oferta más de 450 destinos. Entre las peculiaridades de la casa que la distinguen de otros operadores de lujo destacan precios más competitivos porque no incluyen por defecto las bebidas alcohólicas o las excursiones, aunque Oceania realiza posteriormente acciones promocionales que incluyen unos u otros paquetes. Otro gancho son sus rutas, que no son regulares ni repetitivas sino que se pueden encadenar sumando recorridos de ensueño y con no pocos itinerarios que empiezan o acaban desde puertos españoles.
Flota Oceania Cruises
– Regatta, Insignia, Nautica, Sirena, Marina y Riviera
– Fundada en 2002
– Más de 450 puertos de destino
– Barcos para entre 684 y 1.250 pasajeros
– Nuevos barcos en 2022 y 2025
– Perteneciente al grupo Norwegian Cruise Line Holdings