La palabra lujo se ha utilizado asociada a los cruceros durante tanto tiempo, incluso haciendo abuso de ella, que cuando quieres describir el verdadero lujo tienes que usar la palabra excepcional, y así se describen en Crystal, “excepcionales en el mar”. Se dice que lo excepcional es aquello que se aparta de lo ordinario y que ocurre rara vez…
Cuando el importante operador turístico A&K Travel Group compró la marca Crystal Cruises y sus dos barcos, prometió seguir ofreciendo y mejorando todo lo que había convertido esta compañía en una de las favoritas de los cruceros de lujo durante 30 años.
Era una tarea difícil de cumplir dada la conocida reputación de Crystal por su servicio más allá que impecable, su estrecha proporción entre personal y huéspedes, y su posiblemente incomparable base de clientes completamente fidelizados. Después de viajar unos días en el renovado Crystal Symphony, se puede decir que esta alianza entre A&K y Crystal, es una ecuación ganadora.
El Symphony no representa para nada que es un barco de 30 años. En la renovación quedó atrás gran parte de la decoración de madera más tradicional de los cruceros, habiendo sido reemplazada por mármol italiano, vidrio y tejidos con un estilo mucho más contemporáneo.
Aún así, el mayor cambio se produjo en el número de suites. La compañía no solo renovó la decoración y rediseñó algunas estancias, sino que en el afán de elevar la experiencia a bordo unió cabinas sencillas para convertirlas en suites más grandes, reduciendo en casi una cuarta parte el número de alojamientos. Hoy en día su capacidad es para 600 pasajeros.
Ya se ha anunciado la ampliación de la flota con dos barcos de dimensiones similares a los actuales y después, la incursión en el mercado de expedición
Una suite en el Crystal Symphony tiene todo lo que tiene que tener, decorada en colores claros y azules, incluido un amplio balcón, mármol, tejidos de calidad, cristal y una cama de la que no te levantarías jamás. Parece ser que a petición de los clientes de Crystal, algunas de las suites han conservado su decoración de madera más tradicional. Por supuesto además están las suites penthouse y junior penthouse, con muebles y comodidades que rivalizan con las de los mejores hoteles del mundo.
Pasamos unos días a bordo disfrutando del barco y de su excelente gastronomía, si, excelente, excepcional.
Umi Uma, es el único restaurante Nobu en un barco y con decir esto ya no haría falta más. Pero la experiencia Nobu sumada al servicio Crystal, convierten la velada en algo único, y de eso va la excepcionalidad.
Osteria D’Ovidio, es un restaurante italiano de altísima gama, que lleva el nombre de uno de los propietarios de Crystal, Manfredi Lefebvre D’Ovidio. Sofisticación y buena cocina italiana.
Pero la comida, el maridaje de vinos y el servicio son excelentes en todos los restaurantes del barco. El Marketplace con zona interior y exterior en la popa del barco es altamente recomendable, así como el Taste y por supuesto el Waterside Restaurant, el restaurante general del barco.
No quiero olvidarme de los bares. Muchos de los momentos a recordar en un cruceros tienen que ver con una buena copa antes o después de una cena y en el Symphony saben servir el cóctel que te sorprenda o esa copa como tu la bebes. La bebida adecuada en la copa adecuada. Cuestión de detalles, y el lujo está en los detalles.
Los amplios espacios públicos del barco se entremezclan perfectamente con los restaurantes, el spa y gimnasio, la cancha de pickleball, la biblioteca, salones, teatro, club nocturno, y un “putting green” para practicar golf. El barco en general tiene una sensación elegante y actualizada, sin perder su identidad como el Palm lounge donde sirven el te de la tarde, la piscina con su gran jacuzzi original y esos pequeños escondites que lo hacen especial como el Connoisseur Club. Aunque si algo es especial en Crystal es el servicio y eso si que lo percibes de verdad excepcional. Es exactamente el tipo de servicio personal y (aquí si) de lujo, que los fanáticos de Crystal adoraban y esperaban, puede que con cierto escepticismo después de la disolución de la compañía. Pero con el 80 por ciento de la antigua y muy leal tripulación del barco nuevamente a bordo, ese modelo de servicio Crystal y una proporción de casi 1 a 1 entre tripulación y pasajeros, la excepcionalidad está de vuelta.
La nueva Crystal busca expandir y hacer evolucionar la marca, aprovechando la red global de especialistas en viajes de lujo de la propia compañía y las alianzas con los mejores socios comerciales mundiales, y así desarrollar una lista más amplia de itinerarios, excursiones y opciones pre y post cruceros, para ir aún más allá de las propuestas tradicionales.
Ya se ha anunciado la ampliación de la flota con dos barcos de dimensiones similares a los actuales y después la incursión en el mercado de expedición. Tendremos mucho que comentar en los próximos meses. Crystal promete ser excepcional.
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