El puerto de A Coruña alcanzó este mes de octubre un hito histórico en el tráfico de cruceros, al registrar desde principios del año 313.454 pasajeros, en 121 escalas.
Nunca antes se habían superado en un año los 300.000 viajeros en ningún puerto de la cornisa cántabro-atlántica, y el puerto coruñés ya rebasó esta cifra a falta de los últimos dos meses del ejercicio.
A pesar de las complicaciones por los temporales en Galicia en las últimas semanas, se prevé recibir en el mes de noviembre 6 escalas, y otras 4 en diciembre, con lo que el balance de 2023 se cerrará con la llegada de más de 130 buques y, más de 325.000 pasajeros.
El año pasado, 2022, el puerto ya había pulverizado sus registros anteriores, con 222.723 turistas en 136 escalas, por lo que las cifras de viajeros que se han logrado este año son muy llamativas. Al cierre de octubre, el crecimiento era del 58%.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, expresó su satisfacción por la evolución de este sector, subrayando su importancia para la economía de la ciudad.
El retorno económico anual se estima en más de 25 millones de euros, teniendo en cuenta no solo el gasto directo que realizan los pasajeros y los tripulantes, principalmente en el comercio y la hostelería, sino también toda la repercusión en el sector turístico, el transporte, aprovisionamiento de los buques, tasas portuarias, servicios de remolque, amarre y practicaje, empresas consignatarias, turoperadores, etcétera.
El puerto de A Coruña recibió en 2009 un total de 56 escalas y 54.191 pasajeros. A partir de ahí, comenzó una línea de crecimiento, propiciada por el impulso de la Autoridad Portuaria a los contactos directos con las navieras y el resto de agentes del sector, el cuidado en la atención a los buques y los pasajeros, y una política de tarifas que resultase atractiva.
Como fruto, se ha consolidado en los últimos años como puerto líder de la cornisa cántabro-atlántica, y como principal vía de entrada de turistas extranjeros a A Coruña.
Fernández Prado señala que «el reto principal es ahora mantener y aumentar la calidad en el servicio, y acompañar a las navieras en su apuesta por la sostenibilidad«. Ya han comenzado las obras de mejora en el muelle de Trasatlánticos, que incluyen los trabajos previos para la instalación del suministro eléctrico a los cruceros, de forma que puedan apagar sus motores auxiliares durante su estancia en la ciudad.
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