A pesar de que el Ayuntamiento de Barcelona sigue reclamando la limitación e incluso la eliminación de terminales ya pactadas y aprobadas, el Puerto ha promovido una mesa de diálogo constante con los organismos relacionados con el sector. Están invitados a participar Administraciones, Comunidad Portuaria, CLIA, CDRA y entidades económicas y sociales.
El Port de Barcelona ha promovido el Consejo para la Sostenibilidad de los Cruceros, un espacio de encuentro destinado a trabajar para la mejora del impacto que el turismo de cruceros tiene en la capital catalana y en el cual ha invitado a participar a las administraciones, entidades y organismos relacionados con este sector: Ayuntamiento de Barcelona; Generalitat de Catalunya; Diputación de Barcelona, Delegación del Gobierno del Estado en Cataluña, Comunidad Portuaria; CLIA (Cruise Lines International Association); Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas (CDRA) y entidades económicas y sociales. Este Consejo para la Sostenibilidad de los Cruceros nace con cinco objetivos principales:
• Mejorar la transparencia y comunicación de la actividad de los cruceros en el Port de Barcelona.
• Generar un espacio donde compartir y coordinar las diferentes iniciativas puestas en marcha desde diferentes instituciones.
• Reducir los impactos negativos de los cruceros tan a nivel ambiental como social.
• Incrementar el retorno social y económico del sector sobre la ciudad y su hinterland.
• Potenciar la vinculación de las empresas de cruceros con el tejido empresarial, formativo y laboral de la ciudad.
Con el impulso de este Consejo para la Sostenibilidad de los Cruceros, el Port de Barcelona lidera la coordinación de iniciativas encaminadas a mejorar el desarrollo sostenible de la actividad crucerista de la mano de las administraciones, la Comunidad Portuaria y el tejido económico y social. Esta nueva herramienta da continuidad al pacto firmado el año 2018 entre el Port y el Ayuntamiento de Barcelona que reduce a siete las terminales de cruceros. La implementación de este acuerdo del año 2018 supone unos 10 años de trabajo y, por lo tanto, no finalizará hasta el año 2027, con el cierre de la terminal de cruceros situada en el muelle de Barcelona Sur. Este acuerdo supone la inversión de 265 millones de euros de inversión pública y privada (adecuación del muelle Adosado, construcción de las nuevas terminales, eliminación de las antiguas, etc.) e incorpora elementos de mejora en la actividad crucerística al Port de Barcelona, facilitando el incremento de las operaciones de puerto base.
La gobernanza de este Consejo irá a cargo de un plenario y se estructurará en varias comisiones de trabajo, focalizadas en la sostenibilidad ambiental, social y económica. En el documento de constitución del Consejo para la Sostenibilidad de los Cruceros, se proponen también 50 actuaciones que se están ya trabajando o que se iniciarán en breve y que están enmarcades en estos tres ámbitos indicados. De forma transversal a estos grupos de trabajo se propone un cuarto eje para fomentar la transparencia y la comunicación de la evolución de las actividades e iniciativas del Consejo, así como de los datos y estudios que los diferentes actores vayan desarrollando.
En el ámbito de la sostenibilidad social, las actuaciones están enfocadas a la gestión de los cruceristas, promoviendo un modelo basado en el liderazgo del crucerismo de puerto base, que ya se inició con la limitación y traslado de las terminales de cruceros y en la apuesta por la desestacionalización de la actividad. Otra línea de trabajo muy relevante es la reducción de la congestión en las zonas más turísticas de la ciudad; la diversificación de los activos turísticos y la generación de empleo local en el sector. En el caso de la sostenibilidad ambiental, las actuaciones van dirigidas a reducir las emisiones de los cruceros; potenciar los barcos con bajas emisiones y la transición energética al Port; optimizar la gestión de aguas; transformar los residuos en biogás; mejorar la movilidad urbana y trabajar en favor de la biodiversidad. Con respecto a la sostenibilidad económica, las medidas propuestas por el Port de Barcelona hacen referencia al incremento de la llegada de cruceros de puerto base; la generación de negocio en los sectores productivos del país y la facilitación de proyectos de innovación.
Hay que recordar que el Port de Barcelona es líder europeo y del Mediterráneo en la posición de puerto base, es decir, donde empiezan y/o acaban viaje los cruceristas, el segmento que más beneficios aporta en la ciudad. Además, se está trabajando para transformar parte de los cruceros de tráfico actuales en barcos en los que Barcelona también actúe como puerto base para una parte de los cruceristas, aumentando así el liderazgo como puerto de embarque y desembarque de turistas.
La constitución del Consejo para la Sostenibilidad de los Cruceros ha conseguido un amplísimo consenso entre las administraciones, entidades y organismos implicados y fija las bases para seguir optimizando la gestión del turismo de cruceros que llega a Barcelona, teniendo claro lo que nos permite y lo que no nos permite hacer el marco legal, que da espacio para implementar muchas medidas de mejora. Se reunirá el plenario dos o tres veces cada año y se formarán los diferentes grupos de trabajo. Habrá una secretaría técnica que organizará los diferentes grupos de trabajo encargados de concretar e implementar estas medidas.