Entrevista perteneciente a la revista CruisesNews nº64 – Marzo 2023
En su toma de posesión, que tuvo lugar el pasado mes de diciembre, avanzó que su voluntad al frente del Port de Barcelona era “mantener una cierta continuidad”, en el ámbito de los buques de crucero, ¿eso significa que van a seguir potenciando las infraestructuras dedicadas a este tráfico?
El Port de Barcelona y el Ayuntamiento de la ciudad firmamos en el año 2018 un acuerdo que limita a 7 las terminales de cruceros y que, además, las aleja de la ciudad, concentrándolas en el muelle Adossat para minimizar los impactos negativos que esta actividad pueda tener. Y estamos trabajando en el cumplimiento de este acuerdo.
Nuestra estrategia en el tráfico de cruceros no es crecer sin límite, sino crecer en calidad y en sostenibilidad, electrificando el muelle Adossat para suministrar energía limpia a los barcos y eliminar las emisiones cuando están atracados. Los primeros cruceros estarán conectados a la energía verde en 2026; bonificamos a los barcos más sostenibles y con menor ratio de emisiones por pasajero; favorecemos las escalas de puerto base para aportar más riqueza a la ciudad; desestacionalizamos el turismo favoreciendo la llegada de barcos en temporada baja; y desarrollamos aplicaciones tecnológicas para distribuir a los cruceristas por diferentes rutas alternativas y sostenibles que tienen un impacto positivo en el comercio local de la ciudad, medible con datos objetivos.
También en su toma de posesión declaró que “con los cruceros habrá que buscar la fórmula para que todo el mundo esté cómodo, especialmente el ayuntamiento”. Actualmente la Corporación Municipal es partidaria de una reducción de escalas de buques de cruceros en Barcelona ¿puede llegar en el futuro algún tipo de limitación es este sentido?
Para el Port de Barcelona son importantes tanto el sector de cruceros como los barceloneses. Y siempre trabajamos con el foco puesto en crecer para seguir siendo un motor económico, contribuyendo a la generación de bienestar, pero lo hacemos de forma sostenible, para reducir al mínimo las externalidades negativas de la actividad portuaria.
El tráfico de cruceros genera valor añadido, pero también alguna externalidad negativa que provoca un cierto rechazo en parte de los ciudadanos. Percibimos visiones diferentes respecto a los cruceros, unas posiciones más contrarias y otras más favorables. La voluntad del Port de Barcelona es integrarlas todas, intentar conciliar todas las realidades y que la actividad de cruceros tenga un desarrollo sostenible para la ciudad, logrando que los ciudadanos y ciudadanas de Barcelona tengan una buena percepción de los cruceros.
Vamos a diseñar un plan de trabajo con el sector para eliminar aquellas externalidades negativas e incrementar las positivas. Queremos que las empresas de cruceros aporten a la ciudad y trabajen con su tejido económico, con sus proveedores y con la sociedad civil.
¿Cómo cree que afectarán las citas electorales del 2023 a la gestión diaria del puerto y a sus proyectos estratégicos?
El Port de Barcelona tiene una estrategia muy pensada, que viene recogida en nuestro Plan Estratégico 2021-2025, y la visión está fijada en el horizonte 2040. Así es como diseñamos los proyectos, que en los puertos suelen ser a medio y largo plazo por su propia naturaleza. Por tanto, la estrategia del Port de Barcelona no se fija en función de una cita electoral.
Algunas navieras han comenzado a apostar por puertos cercanos como Tarragona y Valencia. ¿Pone esta diversificación en riesgo la posición dominante de Barcelona en el Mediterráneo frente a otros competidores como Marsella o Civitavecchia?
La colaboración con Tarragona en este ámbito ayuda a repartir la riqueza en toda Cataluña. La ubicación del Aeropuerto de El Prat entre los dos puertos es de gran valor para consolidar esta capitalidad, especialmente en el ámbito del turnaround, que es el que genera mayor riqueza y puestos de trabajo diversificados y de calidad.
Por otro lado, la colaboración entre puertos es indispensable en el ámbito de los cruceros. Estos barcos necesitan en sus viajes recorridos atractivos que toquen distintos puertos que se sitúen, idealmente, a un día de navegación entre sí. Por tanto, tenemos que colaborar con destinos cercanos para facilitar la creación de estas rutas capaces de atraer al turista.
El Port de Barcelona ha proyectado un ambicioso proceso de electrificación de sus muelles. La modernización de la terminal de ferris se suma al proyecto similar en la terminal Best para barcos de buques portacontenedores, que ya salió a concurso público a principios del año 2022 ¿Cuándo podrán ofrecer este servicio en el Moll Adossat a los buques de crucero? Las navieras tienen ya una parte notable de su flota preparadas para esta infraestructura ¿Por qué los puertos no llevan el mismo ritmo?
El primer piloto de OPS, la infraestructura para que se conecten los barcos, se empezará a instalar en la terminal BEST el próximo mes de abril y el piloto de la terminal ferry está a punto de ser adjudicado. Estas dos experiencias piloto estarán operativas el próximo año. Así, podremos recoger datos y acumular experiencia para planificar mejor los detalles de la instalación del resto de OPS.
Aparte de los portacontenedores y los ferris, los cruceros también son un tráfico clave que queremos electrificar. Para ello, primero será necesario conectar el muelle de la Energía con el muelle Adosado, perforando el fondo marino. Esperamos aprobar la licitación de este proyecto en breve. Esta conexión, que permitirá superar el canal principal del puerto, será esencial para suministrar corriente a las terminales del muelle Adossat.
La futura terminal de MSC Cruceros ya se ha diseñado pensando en la instalación de un OPS. Su instalación se licitará este año, con vistas a estar plenamente operativa en 2026.
El muelle Adossat estará totalmente electrificado en 2028, permitiendo que hasta cinco cruceros se conecten de forma simultánea. Esto significa que vamos a garantizar el suministro de energía para el 97% de las operativas que tenemos en el muelle Adossat, una cifra superior al 90% que exige la normativa.
Barcelona es el puerto líder en España en bunker de LNG, hasta el punto de disponer de la primera gabarra para dar consumo de este combustible, la Haugesund Knutsen ¿cree que la escalada de precios del gas natural licuado consecuencia de la invasión de Ucrania puede debilitar esta apuesta del puerto de Barcelona? ¿Cómo se posicionará Barcelona en este ámbito con la llegada de nuevos combustibles ecológicos como el hidrógeno, que serán utilizados por la nueva generación de buques de cruceros?
El Port de Barcelona ha realizado desde 2014 una apuesta por el GNL como combustible de transición y por los nuevos combustibles cero carbono, que nos ha permitido convertirnos en unos de los primeros puertos de bunkering de GNL de Europa. Nuestro posicionamiento es estar preparados para poder suministrar a los buques y cruceros los nuevos combustibles cero carbono para contribuir a descarbonizar el sector marítimo y toda la actividad portuaria. El Port de Barcelona, en línea con los objetivos de la Unión Europea, ha fijado en su plan estratégico unos objetivos de descarbonización ambiciosos del 50% en 2030 y del 100% en 2050. Una de las líneas estratégicas para llegar a estos objetivos es la introducción del GNL y los nuevos combustibles limpios.
El muelle Adossat estará totalmente electrificado en 2028, permitiendo que hasta cinco cruceros se conecten de forma simultánea.
Actualmente, en el Port de Barcelona hay varios barcos de cruceros que ya se aprovisionan de GNL. Se ha de tener en cuenta que estos buques, además de contaminar menos, también son los más nuevos del mercado. Por ello, son mucho más eficientes y disponen de las últimas tecnologías en motorización y postratamiento de los gases de escape, lo que les permite cumplir con los máximos estándares medioambientales. El posicionamiento del Port de Barcelona como hub de suministro de GNL en el Mediterráneo ha ayudado a traer estos nuevos cruceros más limpios y se espera que pueda atraer los cruceros más modernos de otras compañías como MSC o Royal Caribbean, que en 2023 y 2024 ya dispondrán de diversos buques a GNL acabados de salir de astillero.
Además, el camino abierto con el GNL y la experiencia ganada por el puerto de Barcelona ayudará a la penetración de otros combustibles alternativos, como el amoníaco, el hidrógeno o biometanol, que tienen algunas características similares con el GNL. El puerto de Barcelona aspira a ser un hub de bunkering de los nuevos combustibles limpios y cero carbono para los buques.
Se ha acordado la cesión de los muelles más cercanos a la ciudad (WTC) al Ayuntamiento, en detrimento del tráfico de cruceros de lujo y expedición que son sus principales usuarios. Tras la entrada en vigor en 2020 de las nuevas restricciones de emisiones fijadas por la Organización Marítima Internacional y la declaración del Mediterráneo como Área de Control de Emisiones a partir de 2025, el impacto ambiental de los cruceros será extremadamente bajo, o incluso nulo si se electrifican los muelles, ¿No cree que entonces se echarán de menos esos muelles para dar servicio a este tráfico de alta calidad que corre el riesgo de perderse?
La concentración del tráfico de cruceros en el muelle Adossat no responde únicamente a criterios ambientales, sino también de seguridad y operativa. El Port de Barcelona va a ser el puerto del Mediterráneo con las más modernas terminales de cruceros, ofreciendo unos servicios de elevada calidad. Las nuevas terminales que sustituirán a las más antiguas son ideales para incrementar el tráfico de turnaround, el que aporta mayor riqueza a los ciudadanos y ciudadanas de Barcelona.