CLIA publica los resultados de su informe Prácticas y tecnologías ambientales 2022. Este muestra los avances de la industria para lograr llegar a cero emisiones netas de carbono a nivel global para 2050.
El citado informe refuerza las credenciales de la industria como un sector innovador y pionero en la adopción de nuevas tecnologías medioambientales, mencionando algunos ejemplos como el incremento en el número de barcos de nueva construcción que podrán utilizar fuentes de propulsión de cero emisiones cuando estén disponibles y el de las inversiones destinadas a equipar los buques para que se conecten a la red eléctrica.
De hecho, más del 15% de los barcos que debutarán en los próximos cinco años podrá incorporar células y baterías de combustible y el 85 % de los nuevos buques de cruceros (hasta 2028) podrá conectarse a la red eléctrica, permitiendo el apagado de motores cuando estén atracados, lo que supondrá una reducción significativa de las emisiones.
La presidenta & CEO de CLIA, Kelly Craighead, asegura: “La innovación y la ingeniería están en el corazón de la visión de la industria para llegar a cero emisiones netas de carbono”. En este sentido, prosigue Craighead: “La industria continúa abriendo el camino a través de la inversión de miles de millones en la adopción de nuevas tecnologías, la aceleración del desarrollo de combustibles marinos sostenibles -concretamente motores aptos para utilizar los mismos- y el equipamiento de la flota actual y de los nuevos barcos con sistemas que permitan la conexión a la red eléctrica a tierra”. “Estos son los pilares fundamentales para la descarbonización del transporte marítimo; actuamos ahora de cara al futuro”, concluye.
A pesar de los avances, el informe destaca que, para conseguir los objetivos de descarbonización del transporte marítimo, es esencial la transición hacia combustibles marinos sostenibles. Asimismo, subraya la necesidad urgente de que los gobiernos apoyen la investigación para agilizar el desarrollo de estos combustibles de manera que sean seguros, viables y estén disponibles para su utilización generalizada.
Con esta finalidad, CLIA apoya la Getting to Zero Coalition’s Call to Action for Decarbonization of Shipping, una alianza complementaria al liderazgo ejercido por cada una de las navieras y a los acuerdos que estas suscriben con otras entidades con las que trabajan en la búsqueda de soluciones dirigidas a la descarbonización.
“La industria de cruceros siempre ha estado y seguirá estando a la vanguardia en materia de tecnologías medioambientales y marítimas”, afirma el presidente de CLIA Global, Pierfrancesco Vago. “En esta etapa de nuestro viaje hacia las cero emisiones netas, es necesario un apoyo claro por parte de los gobiernos y responsables políticos para asegurar que se desarrollan las infraestructuras adecuadas y para fomentar la investigación y la innovación requerida para el desarrollo de combustibles marinos sostenibles”, agrega Vago.
El informe señala que las navieras continúan avanzando hacia la reducción de emisiones:
Conexión eléctrica con tierra: las compañías de cruceros siguen realizando importantes inversiones para conectar los barcos a la red eléctrica cuando estos están atracados, implicando el apagado de los motores.
- El 40% de la flota global (un 20% más año tras año) está dotada con la tecnología necesaria para conectarse a la red eléctrica en los 29 puertos repartidos por todo el mundo (menos del 2%) donde se ofrece esta opción.
- El 98% de los barcos en cartera (hasta 2028) estará equipado con sistemas que permitan la conexión eléctrica con tierra o estará configurado para poder emplear este tipo de energía en el futuro.
Gas Natural Licuado (GNL): el GNL será la principal fuente de propulsión del 61% de los barcos en construcción. Su uso supone reducir la emisión de partículas en suspensión (PM) entre un 95 – 100%; de azufre a prácticamente cero y de óxidos de nitrógeno en un 85%.
Si bien el GNL es un combustible de transición, sus beneficios ya se pueden comprobar; además, los barcos propulsados por GNL se podrán adaptar para que utilicen las próximas generaciones de combustibles marinos sostenibles.
Sistemas de lavado de gases de escape (EGCS): más del 79% de la flota actual utiliza sistemas de lavado de gases de escape con los que cumple o excede la normativa de emisiones atmosférica, una cifra que representa un aumento de 7 puntos respecto a 2021. Además, el 88% de los barcos en construcción que no vayan a utilizar GNL incorporará EGCS.
Sistemas avanzados de tratamiento de aguas residuales (AWTS): el 100% de los barcos en cartera contará con AWTS y el 78% de la flota en servicio está equipado con ellos (un 9% más que en 2021).
El compromiso de la industria con perseguir llegar a cero emisiones de carbono para 2050 fue anunciado a principios de este año y está en línea con el objetivo fijado por el Acuerdo de París. También está respaldado por la meta intermedia de reducir en un 40% las emisiones de carbono (vs. 2008) para 2030, en línea con la Estrategia inicial para la reducción de los gases de efecto invernadero de la Organización Marítima Internacional (OMI).