El Puerto de Barcelona ha presentado el balance de resultados del año 2020, en el que, a pesar del impacto de la pandemia, ha cerrado el ejercicio con un resultado económico positivo de 17 millones de euros. Es una cifra importante a pesar de la bajada de ingresos debida a la reducción de tráficos y a las ayudas destinados a las empresas para parar la vez del Covid-19.
Con respecto a los tráficos, estos han tenido un comportamiento muy desigual en función de su tipología y de la época del año. El pasaje ha sido el tráfico más afectado por la pandemia en el Port de Barcelona tras la prohibición del tráfico de pasajeros el día 13 de marzo de 2020 y, en el caso de los cruceros, la prohibición sigue en vigor. Así, el número de pasajeros cayó un 81%, pasando de 4,6 millones de pasajeros en el 2019 a 858.000 en el 2020. En el caso de los cruceros, la caída se sitúa en un 94%.
La presidenta de la Autoridad Protuaria de Barcelona, Mercè Conesa, ha pedido a las administraciones implicadas «unos protocolos claros para poder reanudar la actividad crucerística. Y no sólo porque un año más sin cruceros supondría en el puerto pérdidas por encima de los 11 millones de euros, sino porque es una industria muy importante tanto para Barcelona como para Cataluña. Y, sobre todo, porque este sector da trabajo a más 9.000 personas que ahora mismo están sufriendo mucho».
La presidenta del Port de Barcelona también ha recordado que el sector de cruceros aporta al PIB de Cataluña más de 560 millones de euros anuales y ha adelantado que ya se han iniciado las conversaciones con las autoridades sanitarias para fijar las condiciones de la vuelta a la actividad.