Ceuta se encuentra situada vigilante a la entrada del Mediterráneo, en una de las rutas marítimas más concurridas del mundo, el Estrecho de Gibraltar. Ceuta es un enclave lleno de atractivos, comenzando por el famoso monte Hacho, una de las dos columnas de Hércules, que tuvo que separar para unir las aguas del Mediterráneo con las del océano Atlántico. Esta característica de puerta entre dos continentes hace de Ceuta una ciudad excepcional por su situación, por su clima, por su mestizaje cultural, por la convivencia entre religiones que en ella conviven y por ser un trozo de Europa incrustado en África.
Reportaje perteneciente a la revista CruisesNews nº51 – Diciembre 2019
El futuro del puerto de Ceuta pasa inexorablemente por una evidencia, la existencia de todo un continente al que puede servir, aprovechando precisamente esa condición de nacionalidad española y europea en África, sin dejar de mencionar otras circunstancias que impulsan sus tráficos, tales como las ventajas fiscales que posee y sus costes, que son comparativamente más económicos que otros del entorno Peninsular.
Aunque Ceuta es frecuentemente un lugar de paso fugaz para los cruceristas que atraviesan el Estrecho en buques con rumbos hacia destinos consolidados como el Mediterráneo, los armadores deberían pensar incluirla en sus rutas para descubrirla. Su situación entre dos mares, entre dos continentes y la hospitalidad de sus gentes la convierten en un valor añadido que enriquece cualquier itinerario.
Las primeras escalas de cruceros en Ceuta
Ceuta tiene una larga tradición como escala de tránsito en cruceros turísticos. Antes de la Segunda Guerra Mundial tuvo visitantes ilustres como el buque alemán Monte Rosa, que escaló en Ceuta en 1935, en un crucero en el que compartió itinerario con Barcelona. Otro buque alemán, el Milwaukee, también visito Ceuta en un crucero desde Génova a las Canarias. Sus competidores británicos también fueron asiduos visitantes de Ceuta, habiéndose registrado escalas en cruceros turísticos de buques como el Montclare, el Montrose, el Mongolia de la P&O o el Voltaire de Lamport & Holt.
Ceuta es un ejemplo único de fusión de cuatro culturas.
En otro hito del puerto, en agosto de 1957, el Cabo San Roque, el buque insignia de Ybarra y Compañía, escaló en Ceuta en su crucero inaugural Bilbao-Barcelona.
En fechas más contemporáneas, en 1998, el itinerario Fiesta Atlántica, que ofrecía desde Málaga el buque D. Juan, de la naviera Royal Hispania, escalaba en Ceuta.
Escalas en el siglo XXI
Ya en el siglo XXI son abundantes las referencias a escalas de buques de crucero: por ejemplo, el 29 de abril de 2006, el buque Wind Surf, de la compañía Wind Sail Cruises, en una singladura entre Cádiz y Málaga. Ese año también llegó su gemelo Club Med 2 que atracó en el dique de Poniente. Ese año se produjo un agudo descenso de actividad, con sólo nueve escalas, frente a los trece buques que atracaron en Ceuta en 2005. El cambio en las rutas de muchas navieras así como la incipiente crisis económica golpeaban al enclave ceutí.
Sin embargo, la actividad crucerística de Ceuta volvió a rebrotar en 2007 con 20 escalas. En octubre de ese año llegó el Norwegian Dream, de la naviera Norwegian Cruise Line, que se mantuvo durante varios años como el buque de cruceros más grande en escalar en Ceuta.
En 2008 hubo 25 escalas con 32.606 turistas. Ese año se produjo un acontecimiento importante: tras la experiencia del D. Juan, Ceuta volvió a estar incluida en un itinerario redondo desde Málaga. La naviera británica Thomson Cruises incluyó a la ciudad autónoma en varios de sus itinerarios y sus buques Thomson Destiny y Thomson Spirit, realizaron nueve escalas en este puerto. Estos dos años 2007 y 2008 constituyen una de las etapas más fructíferas de Ceuta como puerto de tránsito crucerista y se convierten en un listón difícil de superar.
La tendencia cambió en 2009. En ese ejercicio Ceuta cerró el año con sólo diez escalas, algo que sólo se había producido una vez en los últimos diez años. La temporada comenzó el 14 de marzo con la llegada del clásico buque Saga Ruby y se cerró el día de los inocentes con el Amadea, del operador germano Phoenix Reisen, que llegó con más de 900 turistas alemanes a bordo. Entre ambas se produjeron tres escalas más en mayo, tres en septiembre y dos en octubre, que supusieron más de 5.000 turistas. Entre ellos se encontraba el Tahitian Princess, que supuso una de las primeras referencias de la conocida naviera Princess Cruises, uno de los líderes en el sector Premium. Las 10 escalas supusieron una de las cifras más bajas desde el año 1998, cuando atracaron 18 buques.
Ceuta es la ciudad del shopping. Su régimen fiscal permite comprar joyería, óptica, fotografía, electrónica, imagen, cosmética y ropa a precios muy competitivos.
La primera década del siglo XXI se cerró con ocho escalas, entre las que se encontraba nuevamente un referente en el mundo de cruceros: el buque Pacific Princess, que atracó el 10 de diciembre de 2010 por primera vez en el puerto de Ceuta, llegando procedente de Barcelona, siguiendo rumbo a Casablanca. También registró escalas del buque luso Funchal desde Lisboa. Su armador, Arcalia Shipping, que posteriormente quebró por la crisis económica, había enviado a Ceuta toda su flota, de tal manera que habían escalado en el enclave español los buques Princess Danae, Ocean Monarch y Athena, lo que demuestra el atractivo del destino Ceuta para el mercado emisor luso y la viabilidad náutica de un itinerario que incluya a Lisboa y Ceuta. Dada la pujanza de la capital lusa como base de cruceros, sería muy interesante potenciar a Ceuta en los cruceros con salida desde ese puerto.
2011-2015: los efectos de la crisis
El impacto de la crisis económica y la llegada al Mediterráneo de buques de mayores dimensiones impactaron en las cifras del tráfico de cruceros de Ceuta en el primer lustro de la presente década. Curiosamente, este declive coincide con un descenso acusado también de Málaga, que pasó de 322 escalas en 2010 a 227 en 2015, su mínimo histórico. Gibraltar, rival de Ceuta, también tuvo un descenso de tráfico. Estamos, por lo tanto, ante un fenómeno regional, no local, que afectó a los puertos del Estrecho, fruto de la presión de nuevos destinos como Cartagena, del descenso de la oferta de cruceros largos desde los puertos del Golfo de León a Canarias, y de la crisis, que hace que los armadores lleven sus buques a destinos más consolidados, como el Mediterráneo occidental o el Adriático/Egeo.
2011 comenzó con una buena noticia, la inclusión de Ceuta en un itinerario regular de MSC Cruceros. El Melody ofrecería escalas en Ceuta en sus cruceros de 12 días con salidas desde Génova y escalas en Alicante, Cartagena, Tánger, Santa Cruz de Tenerife, Funchal, Ceuta, Palamós y de vuelta a Génova. Ese año también se registró la primera escala del buque de cruceros Kristina Regina, del armador finés Kristina Cruises.
Otro de los clientes históricos de Ceuta es la naviera británica Saga Cruises, que ofrece cruceros para la tercera edad. En 2012 mantuvo su fidelidad a Ceuta con dos escalas del Saga Ruby, en la segunda de las cuales llegó procedente de Cartagena y continuó para Casablanca. Toda su flota histórica, con buques como el Saga Pearl II, o el Saga Rose, fueron asiduos prácticamente todos los años en Ceuta. Saga Cruises se encuentra en la actualidad inmersa en un proceso de renovación completa de su flota, que incluye la incorporación este año y en 2020, de dos nuevos buques, Spirit of Discovery y Spirit of Adventure. Varias instituciones, como la Autoridad Portuaria o la Consejería de Fomento, están haciendo una labor notable para hacer de Ceuta una ciudad accesible, sin barreras arquitectónicas. Este objetivo de que todo el mundo pueda disfrutar de Ceuta, puede ser un buen reclamo para las navieras con un alto porcentaje de jubilados o, como se dice ahora, pasajeros “senior”. Los clientes de Saga, Holland America, etc podrían acceder a la ciudad, sus museos, atracciones, etc sin ninguna barrera arquitectónica y ese sería un enganche comercial muy importante.
El Sapphire Princess es el buque de cruceros más grande que ha escalado en Ceuta.
En 2013 se mantuvo la atonía en el tráfico de cruceros. Eran sus clientes históricos, como Thomson Cruises, los que mantenían la actividad en el puerto. El 1 de mayo llegó el Thomson Dream, de 243 metros de eslora, y se convirtió en el buque de cruceros más grande en entrar en el puerto, pero siempre lejos de las nueve escalas en 2008 de sus compañeros de flota Thomson Destiny y Thomson Spirit. Llegó de Portimao (nuevamente la conexión lusa) y zarpó para Cartagena. Pero era una prueba inequívoca del interés de la empresa por recuperar de nuevo el puerto ceutí dentro de los itinerarios de sus buques. Otro asiduo, el Kristina Katarina, con cerca de 300 pasajeros finlandeses, también escaló ese año en Ceuta antes de salir con destino Málaga.
2014 comenzó relativamente bien en Ceuta, con cuatro escalas hasta julio de diferentes compañías navieras, casi todas ellas de clientes asiduos: P&O con el Adonia, Princess con el Ocean Princess, Phoenix con el Amadea (que se convirtió en el primer buque de crucero en hacer consumo de combustible en Ceuta) y Peter Deilman con el Deutschland. Eran todos buques relativamente pequeños, como prueba del déficit de infraestructuras existente de aquella en Ceuta. Sin embargo, la tendencia no se mantuvo el resto del año y se produjo un descenso sobre 2013.
El año que marca la mitad de la década supuso un punto de inflexión hacia el futuro. Fue el año en el que se arrancó la adecuación del Muelle España para adaptarlo a la eslora de los nuevos buque de crucero. Sus responsables declararon en la Seatrade Cruise Shipping de Miami de ese año que “Ahora Ceuta se prepara para una estampa totalmente diferente”. Con sólo cuatro escalas y menos de 1.600 pasajeros, 2015 fue el punto de partida de Ceuta como escala de cruceros turísticos.
El impacto de las nuevas infraestructuras – Llegan los megabuques
En el año 2016 atracaron en Ceuta un total de quince cruceros, que aportaron más de 20.000 personas, lo que supuso un nuevo record histórico. Ese año comenzaron a llegar buques de dimensiones Panamax a Ceuta, como el Oosterdam, operado por Holland America Line, o su casi gemelo Arcadia, operado por la P&O británica, ambos pertenecientes al mayor armador de cruceros a nivel global, Carnival Corp, un gigante que nunca ha ocultado su interés por Ceuta. Estos buques, de 290 metros de eslora y alrededor de 2.000 pasajeros, rompieron todos los records anteriores. Holland America envió también por primera vez al Rotterdam. Al mismo tiempo, Ceuta mantenía a clientes históricos como Thomson Cruises, que nuevamente destacó al Thomson Spirit en siete ocasiones (lo que supuso casi la mitad de las escalas), que llegó desde Almería y partía con destino a Málaga, demostrando nuevamente la complementariedad de Ceuta con otros puertos andaluces.
La finalización de las obras del Muelle España, junto con la promoción que se realizaba desde la Autoridad Portuaria, significó que ese año se triplicara el número de escalas, y merced al incremento de tamaño de los buques, se multiplicó por diez el número de cruceristas.
En 2017 destacaron las cuatro escalas del TUI Discovery 2, el nuevo buque insignia de un antiguo cliente del puerto, Thomson Cruises, que destacó su buque más grande y moderno a la Ciudad Autónoma. El Westerdam tomó el relevo de su gemelo Oosterdam de Holland America, pero con tres escalas en la ciudad autónoma, lo que confirmó el interés de esa naviera Premium americana por el puerto ceutí dentro de los itinerarios de sus cruceros. Y P&O volvió a repetir con el Arcadia y el Aurora, y tuvo que anular una escala del Oriana por mal tiempo. Ese año también se celebró el Ceuta Cruise Forum.
En Ceuta, los buques de crucero atracan a cinco minutos andando del centro de la ciudad.
En 2018 se registró un ligero descenso en el tráfico de cruceros turísticos. Ceuta siguió recibiendo buques de sus clientes de siempre. Thomson Cruises pasó a denominarse Marella Cruises, pero su flota, en este caso el Marella Spirit, en cuatro ocasiones no faltó a su cita con la Ciudad Autónoma y P&O volvió a repetir con el Aurora. Pero el 2018 se cerró con varios acontecimientos: el primero fue la escala de Zenith, de Pullmantur Cruceros, el 20 de septiembre de 2018. Fue la primera escala de un buque del grupo Royal Caribbean, el segundo armador mas grande de buques de crucero a nivel mundial. Su ausencia era la asignatura pendiente del puerto.
El segundo fue la llegada del Sapphire Princess el 2 de octubre, el primer post panamax, y el crucero más grande que atracó en la historia de Ceuta, con sus 290 metros de eslora, 8,5 metros de calado y 115.857 toneladas de registro. Y el año se cerró con la llegada del buque insignia de Holland America Line el 11 de octubre, el Koningsdam, de 100.000 gt, entregado en 2016. Era la prueba inequívoca de la fidelización de Holland America Line.
Presente y perspectivas futuras
2019 se inició el 22 de enero con la escala en Ceuta del Saga Pearl II en su último viaje para Saga Cruises, uno de los clientes históricos del puerto de la Ciudad Autónoma. Este buque partió con destino a Melilla en una de las escasas ocasiones en las que un itinerario ha incluido ambas ciudades autónomas. P&O volvió a repetir con el Arcadia y el Aurora, Princess con el Sapphire Princess, y Holland America Line envió al Prinsendam la pasada primavera, también en uno de sus últimos viajes. La temporada se cerrará en octubre con el Saga Sapphire, otro de los buques de Saga Cruises, dentro de un itinerario denominado «Viva España». En total, siete buques de crucero escalaron en Ceuta este año.
Ceuta tiene una larga tradición como escala de cruceros.
El puerto de Ceuta estuvo presente este pasado septiembre en la feria de referencia del sector del crucero en Europa, «Seatrade Europe Cruise and River Cruise», que celebró su décima edición en la ciudad alemana de Hamburgo, con la intención de aumentar el número de escalas. Y es que son las navieras alemanas una de las asignaturas pendientes del puerto de la Ciudad Autónoma, ya que hasta la fecha ni Aida, ni TUI, las dos principales navieras germanas, han escalado en sus muelles, así como otras menores, como Hapag-Lloyd o Plantours. Y Alemania es el primer mercado europeo de cruceros.
Para el próximo año, Saga Cruises ha confirmado dos escalas de su nuevo Spirit of Discovery, entregado en junio pasado y Holland America volverá con el Rotterdam. Otro fiel cliente, Princess Cruises, volverá a ofrecer Ceuta en dos cruceros: uno del Crown Princess desde Southampton y otro a bordo del Sea Princess, que escalará en la Ciudad Autónoma el 26 de junio, durante un crucero Vuelta al Mundo desde Sydney. Ese día las calles de Ceuta se llenarán de australianos. Para 2021 ya hay dos reservas para dos buques de Princess inéditos en Ceuta: el Grand Princess y el Island Princess.
Instalaciones para Cruceros Turísticos
La Autoridad Portuaria de Ceuta puso en marcha en 2015 un proyecto para mejorar el Muelle España, que era el atraque histórico de los buques de cruceros, con objeto de poder recibir embarcaciones de hasta 300 metros de eslora, y mejorar la integración puerto-ciudad. La obra, presupuestada en casi dos millones de euros, se realizó en tres fases, con objeto de destinar esa infraestructura a buques de cruceros y megayates y poder competir con Gibraltar y Tánger.
La primera fase consistió en el traslado de las empresas que mantenían su actividad comercial en ese muelle a otras ubicaciones. Así, el Muelle España tuvo un uso único, consiguiendo un atraque dedicado a los buques de crucero, algo muy del agrado de las navieras, que además hace las veces de puerta de entrada de los cruceristas en la cuidad.
El Muelle España es capaz de alojar al 75% de los buques de crucero actuales.
Posteriormente se demolieron tres de los tinglados que ocupaban el muelle, siendo el resultado un muelle diáfano, a excepción de la torre de control y la sede de la Autoridad Portuaria, un edificio muy interesante en forma de barco. Con esta actuación se conseguía la posibilidad de separar el tráfico peatonal del rodado y generar aparcamientos para autocares y taxis.
La última fase del proyecto incluyó la construcción de nuevas defensas y norays en la cara de levante, que es la que usan los cruceros para atracar, lo que posibilitó el atraque de buques con un tonelaje mayor al actual. También se instaló un punto de información turística, que ha sido reforzado este año con otro similar, que se estrenó con la llegada del Sapphire Princess.
Posteriormente se realizó la actuación de acondicionamiento de los accesos exteriores al Muelle España, para dar continuidad a la obra anterior, con una superficie aproximada de 4.200 m2 y se encuentra situada frente a la verja de portada de las instalaciones del citado Muelle España.
El futuro de Ceuta en el tráfico de cruceros
Ceuta dispone de unas infraestructuras notables para recibir cruceros. Pero crecer en cruceros significa dotar a Ceuta de guías, intérpretes, autobuses, organización de excursiones, etc. Y toda esta oferta debe ser pública y estar preparada con antelación para cuando lleguen los cruceristas.
También es necesario mejorar la comunicación e información de Ceuta en las redes sociales e Internet y ofrecer esa información en varios idiomas. También hay que mejorar la información sobre su régimen fiscal, uno de cuyos aspectos más destacables es que el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) no se aplica.
Existen alrededor de 350 buques de crucero que tienen una eslora total inferior a 300 metros, que es más o menos la eslora máxima que podría alojar el puerto de Ceuta, por lo que sus infraestructuras pueden alojar a la mayor parte de la flota actual de cruceros. Parece impensable que buques de tamaño superior (del tipo Oasis de RCI, MSC Meraviglia de MSC o Costa Smeralda de Costa), puedan hacer escala en Ceuta.
Las navieras de Carnival Corp son las mejores clientes de Ceuta.
En el ámbito comercial, Ceuta deberá, además de mantener a los clientes de toda la vida, como las marcas «Premium» de Carnival Corp Holland America Line, Princess Cruises, y P&O, y otras independientes como Saga Holidays, etc captar necesariamente escalas de los otros tres grandes grupos navieros de la industria del crucero: Royal Caribbean, Norwegian Cruise Line y MSC Cruceros. Por último, Ceuta es un puerto que actualmente no recibe escalas de navieras de lujo como Silversea, Seabourn, Ponant, etc o «upper Premium», como Oceania o Viking Cruises, con buques de tamaño mediano que no presentarían problema alguno para atracar en el Muelle de España y con un pasaje de alto poder adquisitivo. Además, alguna de ellas, como Viking Cruises, mantienen buques en el Mediterráneo durante todo el año brindando itinerarios culturales, en los que la presencia de Ceuta y de su zona de influencia en Marruecos supondría una interesante novedad. La riqueza de la fauna del Estrecho, junto con la belleza del Rif, también colocan a Ceuta en una buena posición en el tráfico de cruceros de exploración, uno de los segmentos con mayor potencial de desarrollo.
Ceuta tiene una posición privilegiada al oeste del Mediterráneo, en una zona frecuentada por los buques de crucero sobre todo en primavera y otoño, coincidiendo con el inicio y final de la temporada de verano en el Mare Nostrum.
A la hora de construir itinerarios, Ceuta esta a una distancia ideal de puertos base como por ejemplo Málaga, de la que está separada sólo 69 millas (sólo 5 horas a 15 nudos), Alicante 298 millas (20 horas a 15 nudos, ideal para una llegada a medio día), Cartagena 239 millas (16 horas a 15 nudos, también ideal para llegar a media mañana). Lo mismo ocurre con Cádiz (84 millas). Por ejemplo, Lisboa y Ceuta están separadas por 313 millas. Así, un itinerario Lisboa-Cádiz-Ceuta, por ejemplo, se configura como combinación muy atractiva. También ofrece mucho potencial en los itinerarios desde Canarias: está separada 720 millas de Santa Cruz de Tenerife (dos días de navegación), o 703 millas desde Las Palmas, que con una escala intermedia en un puerto marroquí, como por ejemplo Casablanca, puede ser parte de un itinerario muy atractivo.
Ceuta siempre ha sido un puerto de escalas de cruceros, tanto por sus encantos como por el atractivo fiscal para el avituallamiento de combustible.
Por último, en cruceros trasatlánticos, Ceuta está situada a 510 millas de Barcelona, mientras que Málaga, por ejemplo, lo está a 460 millas. La diferencia de 50 millas entre Málaga y el Estrecho de Gibraltar son perfectamente asumibles para poder competir como puerto de escala. Y lo mismo sucede para competir con Gibraltar, un puerto que recientemente ha ganado las escalas de Aida en el Estrecho y con el que hay que luchar con promoción, atractivos servicios y tasas asequibles.
Ceuta: la columna de Hércules
Siglos de convivencia en armonía entre sus cuatro culturas (cristiana, islámica, judía e hindú) hacen de Ceuta un caso excepcional en el mundo, juntas en un mismo entorno cosmopolita. Pero además Ceuta es una ciudad europea, moderna, limpia y sin grandes distancias, lo que la hace perfectamente adecuada para una escala de varias horas. Ofrece múltiples atractivos. Quizás el más demandado es el Parque Marítimo del Mediterráneo, un complejo de ocio diseñado por César Manrique, de unos 55.000 m² situado frente al puerto, que cuenta con tres lagos artificiales de agua salada, jardines, cascadas, solarium, un escenario y locales de ocio.
Para el viajero cultural, Ceuta ofrece su monumento más representativo, las Murallas Reales con su foso navegable, construidas a lo largo de siglos por romanos, árabes, portugueses y españoles para proteger el istmo y la península de la Almina, donde se situaba la ciudad antigua. El conjunto consta de varias líneas defensivas llenas de almenas, torres, baluartes, bastiones y la plaza de Armas. Otro atractivo son sus baños árabes que datan del siglo XII y están compuestos por cuatro estancias que presentan una forma rectangular y que, tras su restauración, fueron inaugurados en el año 2006; y otros ejemplos de la historia de este enclave, como las murallas merinís, la fortaleza del Hacho, o los tres museos militares, entre ellos el de la Legión.
Pero también brinda ejemplos de arquitectura contemporánea, como la Casa de los Dragones, entregada a comienzos del siglo XX como sede del Casino Africano y famosa por las esculturas mitológicas de gran tamaño que ornamentan su cubierta. O el nuevo auditorio firmado por el arquitecto luso Álvaro Siza.
En lo que se refiere a la arquitectura religiosa, destacan la catedral barroca del siglo XVI y la también barroca iglesia de Nuestra Señora de África, del siglo XVII.
Por último, para los pasajeros más activos, destaca la gran oferta de turismo náutico de Ceuta. El mar es el vertebrador de este ocio ceutí, con las playas a orillas del Mediterráneo y el Atlántico, y un gran puerto deportivo en el centro de la bahía, desde el que se puede practicar la pesca deportiva o el submarinismo, o realizar una circunvalación marítima a bordo de embarcaciones turísticas.
Excursiones
El Puerto se convierte en el mejor origen para visitar Marruecos, ya que desde Ceuta se organizan excursiones que duran pocas horas a ciudades cercanas como Tánger, Tetuán o Chaouen, brindados por agencias receptivas especializadas que ofrecen un servicio y una garantía a niveles europeos.
Tetuán está sólo a 41 kilómetros al sur de Ceuta. Es una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad gracias a su medina, considerada como la más completa de Marruecos, además de una de las más auténticas, casi sin influencias externas. También es muy interesante el denominado Ensanche Español, zona colindante con la medina, con importantes muestras de la arquitectura colonial española.
Tánger está situada a 77 kilómetros al este de Ceuta. En la zona histórica se encuentran dos zonas diferentes: la medina con su kasbah, un antiguo recinto amurallado en una de las colinas de la ciudad, con un caótico entramado de callejuelas que tiene integrada la muralla y las fortificaciones construidas por los portugueses, así como el museo de la Kasbah; y la ciudad nueva, con el antiguo barrio francés y el nuevo barrio español.
Chaouen, a 105 kilómetros de Ceuta, es conocido como el pueblo azul por el llamativo color de las casas de su medina. Su zoco, su alcazaba, y la Gran Mezquita del siglo XV con torre octogonal y las callejuelas de la parte alta de la medina, son parte de encanto de Chaouen.
La cordillera del Rif es una zona montañosa de paisajes siempre sorprendentemente verdes y agrestes, y constituye una opción para los pasajeros más aventureros.