En los primeros días de marzo, el que había sido barco insignia de la flota Silversea hasta la llegada del Silver Muse, entraba en astilleros.
Reportaje perteneciente a la revista CruisesNews
Los ambiciosos planes de reforma incluían añadir una sección y características del Silver Muse al Silver Spirit. La compañía iniciaba así un proceso de modernización de la flota que alteraría la personalidad del Silver Spirit, para parecerse a su hermano más joven.
La industria de cruceros de lujo ha crecido de forma exponencial en los últimos años, tanto en número como en tonelaje de cada nave.
Si vemos dimensiones hercúleas en los buques generalistas, el sector de lujo ha sentido la necesidad de optimizar también recursos, ofreciendo más opciones a sus pasajeros, como aumentar los ingresos con barcos también más grandes que rondan el entorno de los 40 a 50000 toneladas. Si antes teníamos a Crystal como única naviera que apostaba abiertamente por barcos más grandes, compañías como Oceania Cruises, Viking, o Regent se han apuntado al “más grande puede ser también mejor”.
El Silver Spirit es el perfecto maridaje entre tradición y vanguardia decorativa.
Silversea, inaugura el primero de su nueva serie, el Silver Muse en 2017. Por primera vez un barco de la compañía iba a tener 40.700 toneladas, 212,78 metros de eslora, y capacidad para 596 pasajeros. Se tenía cierto temor a la reacción de los fieles pasajeros, por el aumento de tamaño, y sobre todo, porque la compañía iba a acuñar un nuevo término: “lujo sencillo”. El éxito fue tan fulgurante, que no solo el Silver Spirit tendría que parecerse como una gota de agua al Muse, sino que también, todos lo que vengan en el futuro, serán del mismo porte y características. Aunque el casco del Silver Muse, parte del casco del Spirit, (que entra en servicio en 2009), es más alargado; así que expandir el Silver Spirit no iba a ser una tarea nada fácil, por los retos constructivos que la operación entrañaba.
Delante de la prensa y distintas figuras relevantes del sector, se presenta el evento de alargamiento en una espectacular ceremonia en los astilleros de Palermo, donde el barco estaba siendo modificado el 10 y 11 de marzo de 2018. Se añade un segmento de 15 metros, a un barco de 36.009 toneladas. Durante varias semanas, 500 obreros trabajaron intensamente, manejando 846 toneladas, 110.000 metros de cableados, y empalmando 8000 metros de nuevas tuberías. Además de las nuevas 34 suites, incluyendo la lujosísima Suite Owner Balsorano, en la que se colocaron objetos de gran valor sentimental para Manfredi Lefebvre d´Ovidio, se realizaron algunos cambios significativos en cuanto a distribución en los restaurantes. De los existentes Seishin, La Dame, La Terrazza o The Grill, se han añadido otros como Le Atlantide, Indochine, Silver Note (sobre el Stars Supper Club), o la Pizzeria Spaccanopoli.
Aunque el Silver Spirit es más grande, sigue siendo íntimo y personal.
Se retiraron objetos del barco para ser sustituidos por 4.652 nuevos objetos decorativos, siendo los antiguos donados a diversas instituciones. Es decir, algo a imagen y semejanza del Silver Muse. He visitado este último barco, y tuve una serie de sensaciones encontradas. Si los barcos de Silversea rezumaban un delicioso aire de clasicismo italiano, donde dominaban decoraciones intemporales, y serenas, el Silver Muse iba a ser una puerta abierta a algo diferente. Con maderas ligeras, tonos color tierra, ocres, pasteles, y nueva paleta monocromática, la nueva Silversea quiso plasmar en el Silver Muse una nueva etapa. Adiós al lujo tradicional, hola lujo moderno y sencillo.
Es todo un guiño al pasajero para combinar versatilidad y más opciones.
Aires simples y líneas decorativas puras y lisas en sus salones, orientados a un pasaje más vital, joven, y vanguardista. El Silver Muse no tenía nada que ver con lo que la compañía italiana nos había mostrado hasta el momento. Salones más luminosos y claros con toques de la Silversea de toda la vida. Mucho más urbano, atractivo y vanguardista, sin embargo deja algo intranquilos, a los que rehúyen de minimalismo innecesario y desnudo. Encontré al Silver Muse una opción diferente, refrescante, moderna, aunque con guiños a los pasajeros de toda la vida, aunque también frío por momentos.
Caminando por el Silver Spirit
Pero volvamos al Silver Spirit. Las cubiertas de pasajeros van de la 4 a la 11. Me habían dicho que el sofisticado Silver Spirit, iba a caminar por los mismos derroteros que el Silver Muse. El barco del art decó, los tonos oscuros, podría haber sido sacrificado, y subí a bordo. El lobby se encuentra en la cubierta 5 en donde el gran salón Dolce Vita ha crecido en tamaño, y madurez. Con la nueva sección añadida, el lobby y Bar Dolce Vita es mucho grande y totalmente diferente. Cierto que han desaparecido los deliciosos sofás verdes Art Decó, pero se mantiene un cierto aire tradicional. Para el gran salón, que rezuma una hermosa serenidad, se han usado colores pálidos pero que mezclados dan una increíble profundidad estética.
Muy amplio se usaron líneas depuradas y lisas, y una inteligente combinación de musgos, canela, chocolates, ocres y marrones.
Se mantienen los paneles de madera de los espacios públicos, y también se conservaron el arte clásico que lucía antes de la reforma. Si en el Silver Muse, el teatro Venetian Lounge era una fantasía moderna de tonos marfil y aguamarinas, en el Silver Spirit se tocó lo justo.
Las nuevas tendencias gastronómicas pedían más restaurantes especializados.
Su madera oscura, mezclada por los tonos burdeos de los asientos lo hacen perfecto. El Panorama Lounge es moderno, pero sin caer en un excesivo minimalismo, lo que lo hace elegante y refinado a la vez. El barco ha ganado espacios totalmente nuevos, como el Tor´s Observarion Library que sirve de bar, salón de recepciones íntimas, biblioteca, o atalaya perfecta para contemplar el mar. El nuevo Zagara Spa, se ha convertido en una de las ofertas termales más grandes a bordo de un barco de este porte. Más de nueve salas de tratamiento, acupuntura, zona de relajación de dimensiones interesantes, saunas, o un gran jacuzzi exterior. Mencionar, que la piscina se ve tremendamente larga, pasando de los 30 a los 40 metros.
Las suites
Los barcos de Silversea tiene la tradicional distribución de colocar las acomodaciones hacia proa, y separarlas de las zonas públicas, de la mitad hacia popa. El sentido es minimizar el impacto de los ruidos en donde duermen los pasajeros. Las suites también han ganado luminosidad, al aclarar su paleta de colores. Cierto que todavía se mantienen los refinados paneles de mármol color chocolate de los baños, pero todo es más atractivo y contemporáneo. Desde los paneles de los pasillos, moquetas, hasta otros elementos decorativos en cada una de las suites.
La composición de las suites es bastante lineal e uniforme. Las más numerosas, las Veranda (classic, superior y deluxe), dependiendo de su localización en la nave; las Vista son similares en dimensiones salvo por tener una ventana panorámica, y las Panorama, en donde la ventana va del techo al suelo. Sus dimensiones son muy generosas, y van desde los 29 a los 35 metros, de las Veranda, por la presencia del balcón. Todas y cada una de ellas, disponen refinados y discretos muebles de madera, tapicerías de texturas y paleta de colores neutros, y todas las comodidades propias de un barco de “gran lujo”. Alguno de los servicios incluyen: mayordomo, ropa de cama Pratesi, colchones premium, edredones de plumas, menú de almohadas, productos de baño Bulgari (y otras marcas premium), amenities como zapatillas y batas de Etro, inmensos vestidores, minibar personalizable y copas y vasos de fino cristal, salón, papelería personalizable, librería interactiva, etc.
El nuevo Silver Spirit además de ganar en luminosidad es más actual y cosmopolita.
Las suites de mayor categoría, van desde los 69 a los 175 metros cuadrados, dividiéndose en Silver, Grand, Owner-Balsorano, y Panorama. Con distintas distribuciones, tanto zonas de dormitorio, estar y baño. Además de los servicios comunes para todas las acomodaciones, la compañía ofrece en sus suites más premium, entre otras cosas, lavandería incluida, chocolates gourmet, canapés a diario, cenas en la mesa del capitán, máquinas de café de lujo, y llamadas de teléfono incluidas en su crucero.
Restaurantes
El cambio del Silver Spirit ha traído alteraciones más o menos significativas en cuanto a restauración. Si antiguamente se imponía una cocina impecable en un par de puntos gastronómicos, como el restaurante principal, en donde un chef estrella recreaba los mejores platos, ahora se da paso a una amplia gama de opciones. El restaurante principal ha sido dividido en dos. De corte clásico y refinado, el Atlantide, sigue siendo el restaurante general, mientras que a su lado se ha creado un espacio vanguardista, de vivos colores y mezclas atrevidas, llamado Indochine, que recoge las creaciones más sugerentes de la cocina oriental de fusión.
La cocina japonesa viene pegando fuerte, y en la misma cubierta el Seishin, además de sushi bar, nos ofrece un mundo de sutileza oriental. El tradicional Le Champagne ha dado lugar al Le Dame. El mejor y más refinado bistro de autor de orientación francesa. Aunque tiene un cargo nominal por reserva, su cocina es especialmente destacable, tanto como cualquier restaurante de moda, de una gran ciudad francesa.
En la cubierta 8, el antiguo local de cena y show Stars Super Club, es ahora el sofisticado Silver Notes, que ofrece platos creativos de degustación. Donde he notado un gran cambio es en el impresionante buffet en la cubierta 7. Cierto, que de noche sigue siendo el famosísimo restaurante italiano La Terrazza. Antes resultaba algo pesado, demasiado clásico, y ahora es moderno, minimalista como cualquier moderno gastrobar de tierra. Más espacio de islas, dan un resultado de espacio mucho más atractivo. También se ha creado un ecléctico Arts Café, que sirve de lugar de picoteo, con las mejores marcas de té y café.
Finalmente, el Pool Grill, donde se sirve la famosa carne o pescado sobre rocas calientes de noche, ha crecido y ha añadido más mesas, al igual que una nueva pizzería de autor Spaccanapoli.
Su cubierta exterior es tan amplia que permite espacio suficiente para todos sus pasajeros. Y que cada uno tenga siempre una hamaca.