El Puerto de Barcelona ha acordado con el ayuntamiento de esa ciudad un pacto de reordenación de los espacios portuarios que supondrá la concentración de terminales de cruceros y parte de la actividad de ferris en el muelle Adossat y la consiguiente liberación de espacios a los que se quiere dotar de más uso ciudadano.
El gobierno de Ada Colau se ha mostrado siempre muy reticente al turismo de cruceros, que representa 2,6 millones de turistas frente a los más de 30 millones de turistas que recibe la ciudad. El reciente anuncio de MSC Cruceros de construir una nueva terminal que se sumaría a las 6 existentes en la actualidad, más la que ya está construyendo el grupo Carnival, ha sido la gota que ha colmado el vaso.
El objetivo del ayuntamiento era reducir el tráfico maritimo de los muelles más próximos a la ciudad, y por ello, se eliminarán las terminales de cruceros Norte y Sur que dan servicio a los cruceros más pequeños y de lujo en el entorno del World Trade Center. La terminal norte se eliminará una vez termine la concesión en el 2026, y la sur en cuanto se terminen los trabajos de ampliación del Muelle Adosado.
La terminal de ferris de Drassanes tambien se trasladará al final del Muelle Adosado.
El acuerdo prevé un máximo de siete terminales de cruceros exclusivamente en el Muelle Adosado, más la terminal de ferris. Esto supone en la práctica una ampliación de capacidad para recibir grandes barcos, ya que las terminales del World Trade Center solo podian recibir barcos pequeños o de tamaño medio. Actualmente hay cuatro terminales y una quinta en construcción. Si MSC Cruceros construye la sexta, todavía quedaría espacio para otra más.