Los cruceros aportan a la economía Balear un impacto económico de 256 millones, lo que supone un 1’04% del Valor Agregado Bruto (VAB) y mantienen 5.733 puesto de trabajo directos e indirectos.Estos datos se extraen del avance del estudio del impacto económico de los cruceros en las Islas Baleares presentado esta mañana por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB).
La APB ha encargado este estudio con la colaboración de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Cámara de Comercio de Mallorca y el Instituto Balears de Estudios Sociales (IBES). Un análisis que comprende el periodo 2005-2016 y se cierra con la información recogida hasta septiembre de 2017 y que contempla a los principales agentes de la actividad crucerística, es decir, pasajeros de cruceros, tripulación, empresas navieras y consignatarias, datos de inversiones y de la actividad aeroportuaria.
Según el presidente de la APB, Joan Gual de Torrella, de este trabajo se concluye el efecto diversificador y redistributivo de la riqueza que genera este sector en nuestra comunidad, así como el carácter prescriptor de los turistas de cruceros hacia el destino turístico, donde el 95% de los encuestados recomendaría las Islas Balears a sus amigos y familiares.
Según Gual, este trabajo aporta rigor por encima de la “emoción” y deja de manifiesto que existen unas cifras “que, en el caso de que no hubiera cruceros no se generarían” y ha puesto el ejemplo que cada escala de genera más de medio millón de euros en el destino.
Mayor gasto por pasajero
Según el estudio de impacto económico, el gasto medio por crucerista y día es de 72€ si nos referimos al curcerista de tránsito, y de 155€ si nos centramos en el crucerista de base. Cabe resaltar que el gasto que efectúa un turista de cualquier otra modalidad turística en Baleares fue fijado en 112,90€ según datos de EGATUR en 2015.
Por puertos, el de Palma es el que genera un mayor impacto pues es el único puerto base de Baleares. Los datos recogidos sitúan las cifras en este puerto en los 224 millones de euros. Le sigue el puerto de Alcúdia con 125 millones de euros, Eivissa con 25 millones y finalmente Maó con 6,5.
El impacto directo por pasajero de tránsito es de 62,6 millones, mientras que el crucerista de base representa un gasto de 28,4 millones. No menos representativo es el gasto de la tripulación de estos buques, que aprovechan las paradas en destino para realizar sus compras. El estudio establece el gasto del personal laboral de los buques en 14 millones de euros.
Los sectores que más se benefician de esta actividad económica son el alojamiento en establecimientos turísticos, para los cruceros de base y las compras y la restauración para los cruceros de tránsito.
A la presentación han asistido – además del presidente de la APB- Francesc Sastre, profesor de Economía aplicada de la UIB, Catalina Barceló, directora de Estudios de la Cámara de Comercio de Mallorca y Gonzalo Adán, Director del Institut Balear d’Estudis Socials (IBES).