El puerto de Alicante prevé duplicar el número de cruceristas durante 2015 hasta llegar a los 88.000 a bordo de 49 buques, según el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Ferrer. El pasado año se cerró con 34.583 pasajeros desembarcados de 29 cruceros , por lo que los alrededor de 88.000 que se esperan durante 2015 en 49 buques suponen «un poco más del doble».
Los turistas que llegan en cruceros son considerados de alto valor añadido por su gasto medio, que se estima en 75 euros diarios por persona, a lo que se añade el consumo de los tripulantes, que se calcula entre 50 y 60 euros. El perfil de los cruceristas que atracan en el muelle 14 es de mayores durante los meses de primavera y otoño e invierno, y más familiar en el verano, con predominio de británicos, alemanes y franceses, además de españoles.
Ferrer explicó que entre las medidas que ha tomado el puerto para incentivar Alicante como destino de cruceros está la bajada de las tarifas portuarias y redoblar el esfuerzo en los servicios que se prestan, todo lo cual hace más «atractiva» la escala. De esta manera, se trabaja para ampliar la oferta de excursiones -programación que se hace con dos años de anticipación-, y en facilitar los avituallamientos y los estacionamientos de coches y autobuses.
Además, hay que añadir que Alicante cuenta con la «ventaja importante» de contar con muelles adecuados y capacidad para atender a los mayores barcos del mundo, como pueda ser el ‘Queen Elizabeth’.
Preguntado por la posibilidad de que la ciudad se vuelva a convertir en «puerto base» de alguna compañía, Ferrer afirmó que «se está en ello» y, sin concretar aún porque no hay nada firmado, avanzó que «este año seguramente tendremos ya cosas», aunque también se trabaja en «otras alternativas de cruceros que hagan noche aquí, sin ser base: Es otra variedad y a lo mejor este año tenemos sorpresas positivas».
Ferrer pretende consensuar con el ayuntamiento la ordenación de la posible actividad provisional de la ‘zona Volvo’, que supone el «eje iconográfico más singular de Alicante». Otra de sus prioridades que quiere compartir con el nuevo alcalde, Miguel Valor, es propiciar que « Alicante sea auténticamente una ciudad portuaria», con la idea de que el paso de las mercancías impulse en mayor medida el empleo y economía.
De esta manera, el puerto necesita que el PGOU recoja las necesidades de las actividades logísticas con nuevo suelo a unos kilómetros tierra adentro que se podría usar, por ejemplo, como campa de coches. «Queremos que la ciudad se aproveche del paso de mercancías y hay que habilitar zonas para actividades que tengan que ver con la puesta en valor de éstas porque si no se hace aquí, se hará en otras ciudades», avisa.
Entre los retos para 2015, Ferrer se ha marcado la recuperación de la actividad pesquera en los muelles de Poniente.