Cuba relanzó el turismo de cruceros con la llegada a La Habana del crucero «Thompson Dreams» el pasado 2 de enero.
El buque, con capacidad para unos 2.000 cruceristas,llegó el pasado 2 de enero a la capital cubana, pero también hizo escalas en otros puertos más pequeños de la isla, como el Puerto de Antilla, a unos 750 kilómetros al este de La Habana.
Siete puntos de la geografía cubana servirán como escala a varios cruceros durante la temporada alta, la cual va desde el mes de noviembre al mes de abril.
«La próxima temporada de cruceros promete ser una de las más dinámicas de los últimos años» (…) 13 buques ya solicitaron los permisos pertinentes para entrar a puertos cubanos», dijo el director de Aries Transportes S.A., Norberto Pérez, cuya compañía dirige la actividad de cruceros en la isla.
Esos buques llegarán a La Habana, Santiago de Cuba, Cienfuegos y a la playa Punta Francés, en la Isla de la Juventud, además visitarán el oriental puerto de Antilla, en la provincia de Holguín; las playas Ancón, cerca de la ciudad patrimonial de Trinidad, y Rancho Luna, en la sureña provincia de Cienfuegos.
Está previsto el regreso del crucero Louis Cristal, único que fijó puerto madre en La Habana y que realizará cada semana un circuito a la isla con escalas en varios puertos del país.
También estarán otras embarcaciones, aunque algunas son muy pequeñas como el Panorama y el velero «Stard Flyer», las cuales harán recorridos por la costa sur de este archipiélago.
Según los pronósticos, esta vez se superará la temporada anterior , que reportó la entrada de 12 cruceros con 82 escalas.
Pérez aseguró que la isla tiene mayores posibilidades, pues, en su opinión, las instalaciones están subutilizadas desde 1995, cuando se crearon condiciones para el desarrollo de esa modalidad, sin embargo no se ha logrado hasta ahora explotar más de 10 por ciento de la capacidad de la infraestructura.
De acuerdo con expertos, la infraestructura portuaria actual de la isla admite la entrada de 21 cruceros semanales a través de las terminales de La Habana, las provincias de Santiago de Cuba (sureste) y Cienfuegos (centro) y en Isla de la Juventud (suroeste).
«Si tomamos en cuenta las instalaciones que tenemos y las operaciones que se pueden hacer con un promedio de ocupación de los buques de 1.090 pasajeros, podemos decir que estaríamos moviendo en un año, 190.800 pasajeros y 161.200 tripulantes», precisó.
El año de mayor ocupación en las operaciones fue 2005, durante el cual se efectuaron 122 escalas con 102.440 pasajeros.
El turismo de cruceros cayó en Cuba 89 por ciento de 2005 a 2007, al bajar de 102.440 visitantes a 11.000 tras la compra por la empresa estadounidense Royal Caribbean, de la española Pullmantur, dueña del barco «Holiday Dream» que viajaba con frecuencia a la isla y dejaba más de 15 millones de dólares en ingresos.
En 2009 se reanudaron las operaciones tras una pausa y realizaron unas 20 escalas con unos 6.368 pasajeros.
Norberto Pérez declaró que debido al bloqueo de Estados Unidos, vigente desde 1962, Cuba dejó de percibir desde 2013 más de 149 millones de dólares, ya que la medida prohíbe a las compañías estadounidenses de cruceros organizar viajes a la isla y establece que barcos de otros países que atraquen en puertos cubanos no pueden entrar al país norteño en seis meses.
Pérez explicó que se realizaron cálculos a partir de los datos de la Asociación de Cruceros del Caribe y La Florida, en los cuales se indica que cada turista que viaja en crucero gasta, generalmente, unos 95,92 dólares en cada escala.
«Eso quiere decir que si tenemos ese gasto y además los tripulantes en compras de productos y servicios gastan unos 96,98 dólares y se estiman en unos 20 dólares los gastos de las operaciones de los cruceros en las terminales, estamos hablando de más de 149 millones dólares anuales», explicó Pérez.